Este verano, además de desconectar… ¿por qué no reconectar con otras formas de vivir, producir y consumir?
Comprar en tiendas locales, consumir cultura crítica, apoyar proyectos cooperativos o simplemente dejar de comprar lo que no necesitas… también son formas de transformar el sistema.
Cambiar el modelo empieza por pequeñas decisiones cotidianas. ¿Te animas a practicar la economía solidaria también en vacaciones?